El comienzo de la 104° temporada de la NFL nos dejó un partido competitivo, con tramos de tensión y grandes momentos que marcaron el desarrollo del juego que derivó en el triunfo a domicilio de los Detroit Lions sobre los campeones vigentes Kansas City Chiefs (21-20). Los Lions llegaban a este partido con mucho hype, luego de su buen cierre en 2022. Tales expectativas quizás hayan crecido después de este triunfo, que fueron armando de a poco.
Desde el primer cuarto, se notó la actitud de los Lions al establecer un patrón de juego que sostuvieron por buena parte del encuentro, además de tomar riesgos, como en el fake punt que convirtieron, estando dentro de su yarda 17 y que les permitió extender la serie hasta llegar al touchdown que anotó Amon-Ra St. Brown.
El equipo de Detroit debió remontar una desventaja de 7-14 en la segunda mitad y su ofensiva terminó estableciéndose en la medida que fueron involucrando a sus dos corredores, David Montgomery y Jahmyr Gibbs (116 yardas entre ambos). De hecho, Montgomery terminó siendo factor ayudando a mover el balón por el centro y con un acarreo suyo puso a los Lions en ventaja, promediando el último cuarto, la cual pudieron conservar hasta el final.
La remontada como tal se gestó desde el tercer cuarto, con un pick six convertido por el novato Brian Branch, quien interceptó un pase de Patrick Mahomes y corrió 50 yardas hasta las diagonales. El envío como tal, pegó en las manos de Kadarius Toney y al ser incapaz de completar la jugada, el balón acabó en las manos del joven jugador defensivo de los Lions quien, en su primer partido como profesional, marcó una de las jugadas claves de este Kickoff Game.
Los errores y las ausencias de los Chiefs
A propósito de Toney: los drops fueron un problema que terminó condenando a todo el equipo de Kansas City y una razón que explica su derrota. En todo el partido, Toney atrapó apenas un pase de los cinco que fueron en su dirección y terminó el juego con cero yardas totales (en serio: fue una yarda por aire y una yarda negativa por tierra). Kadarius fue apuntado como responsable, pero hubo otros jugadores como Skyy Moore y Justin Watson quienes tampoco atraparon balones, cuando fueron requeridos.
La baja por lesión de Travis Kelce terminó pesando en el último cuarto, donde típicamente Mahomes suele buscar a Kelce para las jugadas más difíciles. Sin embargo, ante su ausencia, los Chiefs debieron buscar otras opciones a partir de su playbook. Las jugadas por diseño, parecían adecuadas al observar desmarques y espacios creados, pero fueron los mismos receptores quienes terminaron perjudicando a los propios Chiefs.
Dicho sea de paso, Patrick Mahomes no jugó mal, pero su desempeño podría catalogarse como por debajo de sus estándares (21/39 pases, 226 yardas, 2 touchdowns, 1 intercepción). Tuvo mucha paciencia para jugar, al tener que buscar una segunda y hasta tercera opción de pase, en varias secuencias y debió soportar el acecho de Aidan Hutchinson, cuya presencia causó varios problemas en la parte derecha de la línea ofensiva de los Chiefs. Una presencia defensiva que no tuvo el campeón, al no poder contar con Chris Jones, quien sigue en disputa contractual y vio el partido desde un palco.
Week 1: las recomendaciones
De todos los partidos que se jugarán este domingo, el duelo entre los San Francisco 49ers y los Pittsburgh Steelers debe ser uno de los más atractivos por la amplitud de recursos que tienen estos dos conjuntos. Los Niners cuentan con uno de los mejores planteles de toda la NFL y con su estrella defensiva Nick Bosa recién asegurada al firmar un nuevo contrato, que lo convirtió en el jugador defensivo mejor pagado de la liga. Por su parte, los Steelers llegan a esta apertura de temporada con potencial de ser protagonistas en su conferencia, teniendo su propio referente defensivo, en la figura de T.J. Watt.
En cuanto a juego y estrategia, este duelo puede ser espectacular. El equipo de San Francisco tiene playmakers ofensivos de la talla de Christian McCaffrey y Deebo Samuel, quienes pueden producir desde sus posiciones fijas o saliendo de motions, algo que Samuel hace con frecuencia. Pittsburgh tiene lo suyo con George Pickens, quien hizo varias recepciones espectaculares en su campaña rookie y un corredor confiable y capaz de machacar contrarios, como es Najee Harris.
Además, los Philadelphia Eagles visitarán a los New England Patriots. Hay mucha expectación en Philly, al haber quedado muy cerca de ganar el último Super Bowl y al llegar a esta temporada con un roster potente en prácticamente todas sus áreas. El duelo entre Miami Dolphins y Los Angeles Chargers puede ser interesante por sus estrellas ofensivas, como Tyreek Hill y Justin Herbert. Mientras que en Cleveland, habrá un interesante duelo estadual entre los locales Browns y los Cincinnati Bengals, donde la historia principal se centra en Joe Burrow, cuya presencia sigue en duda debido a la lesión en la pantorrilla que le impidió jugar en pretemporada.
Por último, el lunes se enfrentan los Buffalo Bills y los New York Jets en The Meadowlands. Un partidazo divisional que tiene a Buffalo, uno de los equipos más consistentes de los últimos tres años en la American Conference pero cuya ventana para un posible título parece comenzar a reducirse, y al equipo verde de New York, que presenta su flamante y renovada ofensiva, con Aaron Rodgers como nueva estrella y junto con él, también se estrenan Allen Lazard, Randall Cobb y Dalvin Cook. Hay expectativas y también hay mucha presión sobre los J-E-T-S, que hasta protagonizaron la serie Hard Knocks. La materia prima está presente, queda por ver como cuadran todas las piezas y en caso de Rodgers, como anda en un entorno diferente a Green Bay, donde brilló por 15 años.